"A FALTA DE PLANCHA, BUENA ES LA DUCHA"

“A falta de pan, buenas son tortas” o lo que es lo mismo: “A falta de plancha, buena es la ducha”.

A ver, a simple vista este refrán ha sufrido un giro inesperado y puede pareceros que no tiene mucho sentido pero os contaré…

Está claro que no soy una ama de casa al uso… Entre otras cosas porque no tengo los elementos suficientes como para serlo y es que en el 99,99999% de las casas hay lavadora y como consecuencia plancha… Bueno, pues en la mía todavía no, aunque tengo un espacio ideal para colocar algún día dichos electrodoméstico y sus derivados.

Ahora estaréis pensando que soy una jeta por llevar la ropa a casa de papis y os entiendo pero esta situación no es del todo cómoda, no, tiene sus inconvenientes… ¿Qué pasa cuando, como me ha ocurrido a mí hace un momento, necesitas planchar algo para el día siguiente y no puedes hacerlo porque te falta el elemento clave “la plancha”?.

¿¿¿AHHHH????

Es entonces cuando “Más vale maña que fuerza” o lo que en este caso equivale a: “Más vale ingenio que reconocimiento”…

He cogido el vestido, lo he colgado en una percha, he visto que así no me lo podía poner mañana para ir a trabajar (aunque igual sí, porque como según cierta persona voy mal vestida al trabajo…; daría igual ir un poco peor, no? -prffprfff-…), lo he estirado y nada…; la seda no se plancha por arte de magia…

Pero mientras me desesperaba he recordado algo que podía ser o no una leyenda urbana: “el vapor de la ducha plancha la ropa...”. Así que me he puesto manos a la obra, he creado un microclima-sauna en el baño y he colocado el vestido dentro de la ducha… Al cabo de diez minutos, el modelito estaba perfectamente planchado!!!!!.
Soy buena…