HE VUELTO...

Me gusta Madrid, su anonimato, su ambiente, el aire que se respira de compras por el Barrio de Salamanca, los tanques de café por la calle, perderme por el Fnac en busca de pequeños tesoros en forma de libros, recorrer el Museo Thyssen (es uno de mis museos favoritos…; una vez más, no pude pasar por delante de sus puertas y no entrar... Os recomiendo la exposición temporal “¡1914! The Avant-Garde & The Great War”, una guerra de formas y colores que expresan la estética bélica de 1900 - no soy super listilla, me gusta el arte y lo que pasa es que me junté a una excursión de críos de 14 años para escuchar las explicaciones de la profe…- ), descubrir nuevos garitos, disfrutar de la compañía de mis amigos “madrileños”, correr por los pasillos del metro aunque realmente no tenga prisa…

Anoche volví a Logroño, a mi ciudad, a mi vida y creo que ha sido la primera vez que al llegar no sentí mariposas en el estómago…, ayer sólo sentí pereza; pereza de volver, pereza de todo…

Por eso y porque no me apetecía pasar la noche sola, me quedé a dormir en casa de papis; siempre vienen bien unos mimitos extra… Pero hoy ya estoy en mi casita, escribiendo desde la cama, vistiendo mi nuevo conjuntito de camiseta y culotte de Agatha Ruiz de la Prada para dormir (lo sé Inés, duermo casi desnuda; pero es que no soy friolera… Por cierto, estoy ideal, son todo corazoncitos rosas…), con un armario a reventar de vestidos, bolsos, zapatos… nuevos (cuatro modelazos de infarto, los zapatos que ya os conté y complementos varios) y feliz de ver que los míos están bien…

Así que ya he aterrizado, ya me he dado de bruces con la realidad y ahí sigo… Además, ahora estoy arruinada; arruinada, pero con estilo claro…