Como os conté en el post “SAN MATEO, NOS VEMOS EL AÑO QUE VIENE”, el pasado martes hicimos cenita algunos amigos del peri. En esta ocasión delegué en Diego (Cosita) la organización, como Director de Recursos Humanos ya era hora de que se mojara y la verdad es que se mojó. Está claro que la cena no fue ni muchos menos un récord de asistencia, sólo nueve personas; pero lo terrible es que gente que en un primer momento se apuntó luego conforme se iba acercando la fecha se iba tachando del papel colocado en redacción. Hubo muchas bajas importantes: Inés, Justo, César, Martín, Raquel, Boris, George…; pero hay que destacar un alta, la de Jonathan Herreros, fotero de Diario La Rioja, que a base de Beefeater con Limón lo dio todo.
Bueno a lo que iba, la cena se presentaba pobre, un fracaso para su organizador como bien se le informó en La Luna antes de ir a cenar (sin su Presidenta, la que aquí escribe, no es nada…); pero las primeras impresiones no siempre son acertadas y poco a poco, vinito a vinito, copita a copita, la noche la cena se iba viniendo arriba… Cenamos en el Restaurante Italiano Tagliatella (muy muy bien) y allí empezaron los descubrimientos. Gracias a un Jose Luis especialmente avispado, contento, perspicaz…, nos dimos cuenta de que todos tenemos un pasado, un pasado que queremos ocultar, pero que al vivir en una ciudad como Logroño es imposible; la protagonista de la historia es Elena y su amante secreto César, un joven artista, bohemio, que robó el corazón de nuestra compañera en tiempos de Yoque… (no habías tenido un solo novio amiga???).
Mientras los líos de Elena salían a la luz y todo metíamos baza, Jonathan galantemente allanaba el terreno con la camarera (Diana, una joven y guapa colombiana pero de familia nórdica).Posteriormente, Jose Luis abría su corazón al contarnos que en un día soñó con la mujer de su vida…; su nombre no era Diana, pero aún así centro todos sus esfuerzos en conseguir una cita o el teléfono de la camarera; finalmente todos su trabajo decampo se vio recompensado con esta foto. Tras pagar religiosamente la cuenta, la noche era joven y nos fuimos de copas…
Admito que tengo lagunas, que algunos de mis amigos pasaron momentos difíciles…, por eso prefiero no comentar nada y dejaros con una gran selección de imágenes…