PERSONAS I: MR. T

Hay personas que por diferentes motivos están cubiertos por una coraza, con la que se protegen y se esconden del resto de mortales, de sentimientos, de actos…; una coraza que no deja ver al resto de la humanidad su gran corazón. Un corazón inmenso, lleno de vida, que palpita una vez por él y otra por los suyos; una de esas personas es mi amigo Mr. T.

Ante muchas personas Mr. T se muestra frío, distante y en ocasiones puede resultar calculador, retorcido, maquiavélico… Quien no lo conoce, como me ocurría a mí hasta hace unos dos-tres años, sólo puede juzgar de él la apariencia y con él se m rompió el mito “la primera impresión es la que cuenta”. Tengo que confesar (cosa que él ya sabe), que yo era una de esas personas que no lo soportaba y no tenía motivos, simplemente no lo soportaba por su estiramiento, su chulería… Como veis son unos argumentos muy básicos, pero era así; hoy por hoy reconozco que me equivoqué cien por cien. El verdadero Mr. T, es un tío genial, con el que te ríes, al que en muchas ocasiones llamas para evadirte de problemas, con el que aprendes, con el que unos simples huevos fritos se convierten en el mayor festín del mundo, alguien capaz de sacar punta a la mayor tontería del mundo… Pero a ese Mr. T no está para todos y puedo decir orgullosa que soy una de las personas que lo disfrutan; porque son pocos los afortunados en conocerlo.

Para mí Mr. T es un niño pequeño que en ocasiones tienes que reñir porque se porta mal, cosa que le sale sola, sin pesar; un Don Quijote perdido y desvalido, que necesita de un Sancho para no perder el rumbo; un amigo con el que puedes contar, la reinserción social es uno de sus fuertes, aunque luego sea él quien se quiere morir; un hombre con un gran corazón, aunque lo tenga a medio usar…

Todos tenemos un Mr. T en nuestra vida, así que un consejo: cuidad a vuestro Mr. T como cuido yo al mío, son una especie en peligro de extinción….

Muak Mr. T