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miércoles, 14 de mayo de 2008

¿Hasta cuándo?


Hoy todos los españoles estamos de luto.
A las 3 a.m. aproximadamente, los HIJOS DE PUTA de ETA (siento el vocabulario, pero no me sale otra cosa), volvían a hacer de las suyas y desgraciadamente han cumplido su objetivo “matar”.
Matar sin duelo, de una manera cobarde, sin sentido, con una furgoneta-bomba cargada con entre 100 y 300 kilos de explosivos, su objetivo el edificio de la Guardia Civil de Legutiano; el cual ha quedado parcialmente derribado, pero eso es lo de menos. Lo peor, cuatro heridos y un fallecido, el Guardia Civil Juan Manuel Piñuel Villalón; nacido el 20 de enero de 1967 en Melilla, casado y con un hijo. Actualmente, llevaba 2 meses destinado de manera voluntaria en el País Vasco; con esto quería conseguir la preferencia que le permitiera volver a Málaga con su familia. Esa familia, que se acostó unida y feliz y se ha levantado desecha, perpleja, desolada, con miedo, rabia, desolación, odio…; una familia destrozada.

Qué se le puede decir a un niño que ha perdido a su padre?, cómo le explicas que ya no le va a volver a ver jamás?.
Su mujer, que en una abrir y cerrar de ojos se ha convertido en “la viuda de….”, a la que se le han truncado todos sus planes de futuro, sus sueños y que ha perdido al amor de su vida; del cual sólo le quedan unas cuantas fotos y los recuerdos (afortunadamente los recuerdos jamás se los podrán arrebatar, ni con una ni con doscientas furgonetas-bomba).
Los padres, que tienen que pasar por uno de los peores traumas, enterrar a un hijo; a un hijo asesinado, a un hijo joven, con salud y con toda una vida por delante.

No tengo palabras, solo odio hacia estos energúmenos, porque no son personas; las personas tienen sentimientos y si alguien es capaz de cometer este tipo de actos no es persona, es un mal nacido, un despojo humano que nunca debió existir, un error de la naturaleza. Mucha gente hoy habla de la cadena perpetua, lo siento, yo no; yo hablo de la pena de muerte. Puede sonar un poco fuerte, pero si Juan Manuel fuera nuestro padre, hermano, marido, amigo… querríamos algo más que ver a los asesinos en la cárcel; querríamos venganza “Ojo por ojo, diente por diente”.

Mis condolencias a la familia y amigos de Juan Manuel. Y todos mis ánimos para los heridos y para los Cuerpos de Seguridad del Estado (ya son 208 los Guardias Civiles asesinados por ETA).

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