Todos tenemos fantasmas en nuestra vida, fantasmas que acaban con lágrimas o con sonrisas. Mi gran fantasma acabó con una gran sonrisa, pero hasta entonces costó muchas lágrimas… Ahora toca abrirle la puerta y pensar en todo lo que pasó hace más de cinco años.
Recordar…
En parte no es bueno recordar, pero si recuerdas es que estás vivo y si estás vivo es que has ganado la batalla…
Recuerdo a mis compañeros de Comercio Exterior (Marisol, Arancha, Sara, Pablito, Carlos, Edu, Víctor, Cristina…), la cena y el fiestón en Aural, la resaca del día siguiente, la muerte de una presentadora de televisión, un intenso dolor en el brazo izquierdo, bolsas de suero en urgencias, placas, la visita al puerto de Bilbao, una “no mejora”, la temida broncoscopia, la anestesia, el resultado, mis padres, mi hermano, Dogals, mis amig@s, la llamada mientras estaba un sábado en la Coven-Garden, la defensa del proyecto, una parada en Haro…
Recuerdo el Sardinero (Racing-Betis), el Hotel Coliseum, un ramo de rosas amarillas en la cama del hospital, el olor del gel a betadine, los ojos de mi hermano, las lágrimas inundando mi cara, el color pistacho de las paredes del quirófano, una playa, los carnavales de Venecia, la cuenta atrás, los boxes, Igna esperando en el pasillo, el colocón de la anestesia, las pruebas de todos los días, el blanco nuclear de mi piel, el ruido de la “lavadora”, el pi-pi-pi-pi-pi, un dolor seco al arrancar los tubos del drenaje, el reflejo en la pantalla del televisor, las curas, la visita de mi Tata, mi móvil amarillo, los sándwich de tomate, el agua Solán de Cabras, agotadores paseos por los pasillos, los médicos vacilando con El Marca, las constantes entradas y salidas de las enfermeras, pastillas, mis colegitas de más de setenta años, los morados en ambos brazos, las vía del cuello, una cremallera final de 47 grapas…
Recuerdo cuando dije adiós a toda la planta, la ropa con la que me despedí (abrigo blanco de cuero, pantalón negro de pinzas, camisa de Igna y botas blancas de tacón - si entraba con tacones salía con ellos -), los cojines en el coche, una gran nevada a la altura de Bilbao, la vuelta a casa, las camisetas de licra que me compró Nat junto con el libro “Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes”, un bonsái, el ramo de flores de Galo, mis princesses, la recuperación y la llegada de Totó a la familia (una bolita temblorosa de pelo, a la que se suponía que no debía de coger en brazos, pero que cogía)…
Muchas cosas… y por supuesto una canción (Natalie Imbruglia – “Torn”)
Resultado: “CASO DE ÉXITO” (van a alucinar…)
No puedo parar de comprar el nuevo dulce "navideño" de Mercadona: es mejor
que el turrón y el panettone y se puede comer todo el año
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[image: No puedo parar de comprar el nuevo dulce "navideño" de Mercadona:
es mejor que el turrón y el panettone y se puede comer todo el año]
Cada vez h...
Hace 11 horas
7 comentarios:
Pero mucho...........
Eso ya es pasado. Piensa en futuro...
Besitos isleños.
Igual tenemos que celebrarlo... pero que sea a partir del 31
Se puede ir a verte el speech? :)
Menuda filita vas a tener contando el pedo-diagnóstico. Una pena no ser médico.Beso
"Mala hierba nunca muere" jejeje todavia me acuerdo de las bolitas parriba bolitas pabajo
Un beso!! NAT
Si vas con el vestido de hoy seguro que te aplauden pero antes de empezar
XXX, mucho, mucho...
César, este jueves nos acordaremos de ti…, pero el que viene te cuento qué tal por el cantábrico….
Edu, no eres médico...
Bea, y tanto... Uffff
Nat, menudo jueguito respiratorio... y lo que costaba subir las dichosas bolas...
Javi, camisa y pantalón...
MUAK, MUAK, MUAK, MUAK, MUAK, MUAK
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